En varias regiones del mundo, el rojo simboliza alegría y buena suerte. De hecho, en muchos países asiáticos, las novias usan prendas rojas el día de su boda, ya que representa fertilidad y fortuna.
En Europa, el rojo se relacionó con los aristócratas y el clero. Su asociación con la sangre de Cristo lo hizo especialmente importante para la iglesia católica, tanto que el título de cardenal proviene del color que usaban tradicionalmente los cardenales católicos romanos.
Es el color del corazón y por tanto de las emociones. Por eso se asocia con el Día de San Valentín en culturas de todo el mundo.
El rojo está en la parte más alta del arcoíris.
Simboliza felicidad y alegría, el estado deseable por cualquier pareja.
Es uno de los colores que más llaman la atención. Y por supuesto queremos llamar la de nuestra media naranja. Muchos recurren a regalar rosas rojas en esta fecha tan especial.
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