Hay un número infinito de maneras de darle un estilo único a las telas. Una forma es utilizando ancestrales técnicas de teñido, todas ellas con un resultado diferente.
Shibori y Batik son las más conocidas, cada una con un estilo propio para usar tanto en prendas de ropa como en elementos decorativos.
Shibori
Es una técnica muy antigua en la que se “bloquean” o reservan ciertas zonas de la tela para evitar que sean teñidas. Esta reserva se puede hacer de diferentes formas, atando, doblando, enrollando o hasta cociendo la tela, logrando así diferentes efectos.
Puedes aplicar esta técnica en hacer almohadones, teñir poleras, faldas o telas para tapizar, individuales, manteles, servilletas, bolsos y todo lo que tu imaginación te permita, siempre y cuando la tela que utilices sea de fibras naturales como algodón, lino o seda.
Batik
Para esta técnica se utiliza la cera de abeja derretida, encerando a mano las zonas de la tela, que no quieran ser teñidas. Luego se fijan las anilinas en aquellas zonas no reservadas. En la mayoría de las ocasiones, la cera se agrieta al ser sumergida en el tinte, formando “rayas de hielo”, de manera que la tela adquiere un encanto particular y característico.
Esto, que también se llama “craquelado” constituye el sello diferenciador de esta técnica de teñido de otras similares como el Shibori, por ejemplo. El batik puedes elegirlo para decoración como en cojines, colchas, cortinas, o para aplicarlo en una gran tela que puedes colgar en la pared de tu dormitorio.
Como ves, puedes ir aprendiendo diversas técnicas de teñido para aplicar en tu ropa y decorar tu casa, dándole un toque único. Si quieres aprender, revisa el calendario de talleres y ¡apúntate a la próxima clase!
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